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La lucha contra la lujuria (palabra que casi parece haber desaparecido del lenguaje moderno) ha sido un tema muy querido a la religión (no es este el foro para profundizar en un asunto tan complejo) y, por descontado, al arte, aunque resulta evidente que las motivaciones y fines de ambos intereses han sido históricamente casi opuestos.
El eremita San Antonio Abad (Egipto 251-356) ha sido uno de los prototipos de ese lucha en nuestra cultura. Desde muy joven se sintió llamado por la vida eremítica y parece que las dificultades de ésta se acrecentaron mucho con tentaciones intensas en las que mujeres seductoras y jugosas le incitaban a caminos más placenteros que los de las penurias desérticas. El perseveró en su renuncia y con ello ha pasado a la historia del santoral como un hombre recio y firme.
Muy pronto semejante lucha fue tema de obras de arte que, primero con admiración luego con cierta sorna, mostraron las dificultades del santo en su lucha contra su libidinosa mente.
Alexandre Louis Leloir.
Domenico Morelli.
Felicien Rops.
Giovanni Battista Tiépolo.
Henry Pierre Picou
Lovis Corinth.
Lovis Corinth.
Paul Delaroche.
Robert Auer.
Salvator Rosa.
Jan Wellens de Cock.
Joachim Patinir.
David Teniers.
Jacques-Antoine Vallin.
Tintoretto.
Millet.
Celedonio Perellón Cardona.
Augusto Rendon.
Claudio Bravo.
Jules Pascin.
Milo Manara.
Otto Dix.
Paul Delvaux.
Max Ernst.
Cezanne.
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